Comprender el presente y anticipar futuros posibles
PhD. María Gabriela Camargo Mora. Planificar para Transformar. Guía práctica para el ordenamiento territorial sostenible
INTRODUCCIÓN
Una
planificación territorial transformadora no puede construirse sin comprender a
fondo el territorio sobre el cual se actúa. El diagnóstico estratégico y el análisis espacial
constituyen el segundo momento metodológico del plan, donde se revela la
complejidad del territorio en sus múltiples dimensiones: social, ambiental,
económica, institucional, cultural y física.
Este
momento busca mucho más que recopilar datos: se trata de interpretar las dinámicas del territorio,
sus contradicciones, potencialidades, conflictos y capacidades. Aquí se
identifican los factores que limitan el desarrollo, pero también los recursos
estratégicos que pueden movilizarse desde lo local.
El
diagnóstico se fortalece a través de herramientas como:
-
El análisis multiescalar, que
permite ver cómo interactúan los fenómenos en distintos niveles;
-
El uso de Sistemas de Información Geográfica (SIG)
y cartografía participativa,
que ayudan a representar gráficamente los patrones territoriales;
-
Y la construcción de una lectura compartida del territorio,
validada con actores locales y técnicos.
Además,
se promueve la identificación
de nudos críticos, disparadores de conflicto o transformación,
y la delimitación de unidades
territoriales de planificación. Todo esto orienta las
decisiones que se tomarán en la fase siguiente de formulación.
Este
capítulo proporciona herramientas conceptuales y metodológicas para elaborar
diagnósticos estratégicos que no se limiten a describir, sino que provoquen preguntas, generen acuerdos y
abran posibilidades. Porque sólo con una comprensión profunda
del territorio, es posible planificar para transformarlo.
1.
DIAGNOSTICO
ESTRATÉGICO Y ANÁLISIS TENDENCIAL: CONCEPTO Y ALCANCE
La
elaboración del Plan Territorial contempla el momento del Diagnóstico Integral
o visión realística. Es el momento del proceso que permite a todos los
actores generar el conocimiento adecuado de las características relevantes de
la realidad del territorio, explicar de una manera jerarquizada las
oportunidades y amenazas, las fortalezas y debilidades, bases para la inserción
del territorio o de la ciudad en la dinámica de crecimiento regional, nacional
y supra nacional, de manera competitiva, complementaria e innovadora.
El Diagnóstico
Estratégico y Análisis tendencial es un proceso planificado que proporciona
conocimiento fáctico, concreto de la realidad, que otorga una importancia
significativa a la condición socioeconómica y ambiental, vital para el logro de
los mayores niveles de calidad de vida, mayor cohesión social y económica y
mejor aprovechamiento de los recursos naturales.
El
diagnóstico debe considerar al territorio como un sistema integral, interrelacionado,
donde los componentes biofísicos, sociales, económicos, ambientales y
culturales interactúan de forma dinámica. No se trata de una suma de
diagnósticos sectoriales, sino de una visión integral. El Diagnostico tiene
como finalidad:
- Identificar oportunidades y amenazas territoriales
- Identificar las fortalezas y debilidades
-
Establecer
prioridades de intervención.
-
Fundamentar
decisiones de ordenamiento y
desarrollo.
-
Facilitar
procesos participativos y de
apropiación social.
En este momento o etapa, se comienza a plantear el
futuro del territorio, a partir de dos diagnósticos separados: el
diagnóstico externo y el diagnóstico interno
1.1. Diagnóstico externo (Entorno Territorial)
El diagnóstico externo se refiere al análisis de los condicionantes externos y de la articulación del territorio con los ámbitos regionales, nacionales y mundiales en los que está inmerso el territorio analizado, es decir, el entorno territorial, entendido como el área más amplia que influye en el territorio.
En el diagnóstico externo se identifican las oportunidades y las amenazas que se presentan para el desarrollo desde la dimensión básicamente económica y se trata de pronunciarse sobre las
tendencias globales, las tendencias en las áreas de influencia y la evolución
paralela de ciudades y territorios de la misma región económica o con cualidades
parecidas (Pujadas y Font, 1998).
Este
diagnóstico interno comprende la identificación, descripción, evaluación y
análisis-síntesis interpretativo de aquellos componentes que describen el
proceso de desarrollo territorial, en cuanto a características y distribución
de la población, sistema de ciudades, sistema productivo, equipamiento e
infraestructura y control del medio ambiente.
2. OPERACIONALIZAR PARA EL ANÁLISIS TERRITORIAL
La
operacionalización consiste en definir los componentes o aspectos, las
variables y los indicadores, a través de los cuales es posible medir y
analizar la realidad territorial, de manera espacial y temporal.
Para una
operacionalización más certera, es importante tener en cuenta las unidades de
análisis territorial, las componentes territoriales, las variables e
indicadores que definen las componentes y los métodos estadísticos más
idóneos para los análisis. Su selección puede ser guiada por las interrogantes
siguientes:
-
¿Cuál es
la mejor división del territorio para el análisis a partir de sus rasgos
específicos?
-
¿Cuáles
son los componentes o dimensiones para evaluar el territorio?
-
¿Qué
variables e indicadores son los más idóneos para medir los aspectos
seleccionados?
- ¿Cuál es la mejor medida o procedimiento estadístico
para el análisis de las desigualdades espaciales?
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