ESTRATEGIA TERRITORIAL LOCAL
Prof. María Gabriela Camargo Mora
Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales. Universidad de Los Andes.Mérida-Venezuela.
Introducción.
En la actualidad, para asumir el reto del Desarrollo Local, ante las nuevas tendencias de organización territorial, es necesario diseñar nuevas estrategias. Para todos los actores que participan en el Desarrollo Local es prioritario, no solo una transformación interna de los entes de gestión, sino la instrumentación de mecanismos de gestión más acorde a las nuevas exigencias y a las realidades locales.
Para ello, es necesario que se lleve adelante un proceso de desarrollo endógeno local, cuyo objetivo superior sea:
Mejorar los niveles de calidad de vida de la población y
Proporcionar un mejor aprovechamiento de los recursos naturales.
El propósito del desarrollo endógeno local es comprender la dinámica del municipio, de la ciudad y su entorno, las cuales son el marco de la vida de los ciudadanos que allí se localizan y es en estos, donde se da la interacción entre el proceso productivo y el sistema socio económico.
El diseño de nuevas estrategias requiere conocer a profundidad los problemas y limitantes que existen en las realidades de los territorios. Problemas vinculados a la implementación de los instrumentos sociales y territoriales de vinculación, cuya efectividad debe favorecer el Desarrollo Local.
Estrategia territorial local
La estrategia territorial local debe procurar un desarrollo armónico y sostenido, especialmente mediante el refuerzo de la cohesión económica y social. El desarrollo sostenible local no solo incluye el desarrollo económico respetuoso con el medio ambiente y que garantice recursos para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras, sino también contempla armonizar las exigencias sociales y económicas con las funciones ecológicas y culturales del territorio. En este sentido, el Desarrollo Local asocia tres objetivos políticos fundamentales:
Lograr la cohesión económica y social del territorio.
Conservar los recursos naturales y culturales del territorio
Crear un territorio competitivo
Estos tres objetivos los contempla teniendo en cuenta las nuevas tendencias del desarrollo de la economía y de las tecnologías, así como las tendencias generales de la evolución social y ambiental del territorio y, recurre a la colaboración de los diferentes niveles de gobierno y administración: local,regional,nacional y supranacional.
Tomando en cuenta los señalamientos anteriores, para fortalecer el desarrollo territorial local es necesario orientar esfuerzos en tres sentidos:
Consolidar un sistema urbano poli-céntrico integrado a los espacios rurales que permita minimizar el dualismo campo-ciudad.
Fomento de estrategias de transporte y comunicaciones que permitan la integración de todos los recursos, bienes y personas localizadas en el territorio, a fin de lograr una mayor cohesión económica y social y la consolidación del sistema poli-céntrico.
Desarrollo y protección de la naturaleza y del patrimonio cultural mediante una gestión eficaz y eficiente.
Alcanzar los niveles mínimos de equipamiento básico de infraestructura y servicios para satisfacer las necesidades básicas de la población.
Cohesión económica y social del territorio:
El conocimiento de las capacidades endógenas locales, permite orientar los cambios en la dirección adecuada a los intereses generales del sistema local, estadal, regional, nacional y supranacional, garantizando a la unidad territorial su inserción en la nueva dinámica de desarrollo, óptimo ordenamiento de su territorio, planificación urbana acorde a los requerimientos de los ciudadanos, mayor control ambiental y en una eficaz participación de la sociedad organizada. Para ello, es necesario contar con un proceso de consolidación democrático, descentralización efectiva y consolidación de la participación ciudadana, además de disponer del compromiso del Estado central para avanzar en esa dirección.
Conocer a fondo el medio físico o natural y del paisaje, el medio socio económico (patrimonio, estructura de la población y medio económico), el poblamiento, los sistemas de interrelación o movimiento y la estructura de la ciudad, desde una perspectiva global e integrada, permite conocer las potencialidades del territorio, que la diferencia del resto de ciudades, haciéndola mas competitivas y permitiéndole insertarse en la dinámica del desarrollo global.
Consolidar y fortalecer las instituciones y sus funciones con respecto al desarrollo del territorio.
Las deficiencias en el proceso de descentralización han ocasionado confusión en los poderes locales, así como dispersión y vacío entre los distintos niveles de gobierno y los organismos correspondientes. La falta de coordinación conduce a la utilización deficiente de los recursos y dificulta la integración de las acciones políticas que emanan del Gobierno. Los gobiernos estadales y municipales deben estar debidamente estructurados y su personal capacitado para adaptarse a las exigencias que impone el proceso de descentralización.
El fortalecimiento de las instituciones locales y regionales es punto importante para el ordenamiento territorial, ya que a través de estas instituciones es posible la construcción de redes de cooperación y colaboración entre los diferentes actores locales, la coordinación entre las diversas Administraciones Públicas, tratando de difundir información y buscar sinergia en las actuaciones territoriales y sectoriales.
Fomento y fortalecimiento de las redes sociales y productivas.
CENDES (2001) señala que la difusión de innovaciones, bien sea a través de las relaciones interpersonales o a través de filtraciones a lo largo de la jerárquica urbana, implica la existencia de flujos de personas, bienes, servicios, capitales e información. Consecuentemente, el sector transporte y comunicaciones junto con la red de centros urbanos juegan un papel fundamental en la cohesión económica y social de los espacios. En la Estrategia Territorial de la Unión Europea reconoce la existencia de espacios dinámicos que se conforman a lo largo de las vías que unen las aglomeraciones urbanas y estas con otros sitios emergentes, dando lugar a los llamados ejes de desarrollo (Caravaca, 1998).
El desarrollo de redes de transporte, de telecomunicaciones y de energía facilita el intercambio de bienes, servicios y la movilización de las personas. El desarrollo de programas de investigación y demostración que promuevan la colaboración entre empresas, centros de investigación, universidades y comunidades, creando y consolidando alianzas estratégicas, sinergias, difusión de información, intercambio de conocimientos, entre otros beneficios.
En los sistemas productivos locales, los procesos de industrialización endógena son motorizados a lo largo del tiempo por redes de PYMES especializadas (redes productivas). Incluyen una diversidad de situaciones en función “del carácter mas o menos tradicional de la industria en que los distintos ámbitos se encuentran especializados y del mayor o menor énfasis puesto en la innovación “(Caravaca, 1998: 18).
Regiones y ciudades: gestores de su propio desarrollo
El Desarrollo Local, en el contexto de la globalización, implica un desafío mayor, consistente en generar dinámicas tendientes a fortalecer a las ciudades como centros de prácticas productivas, políticas, culturales y sociales. Bajo ésta concepción, los gobiernos locales se convierten en gestores y promotores del desarrollo local.
Cotorruelo (2001:111-112) describe el papel fundamental que juegan las ciudades dentro del nuevo Enfoque del Desarrollo Local, de la manera siguiente:
“…el nuevo modelo regional y local se apoya en dos premisas: reconocimiento del papel fundamental que juegan las ciudades en el proceso competitivo que se lleva a cabo en los mercados internacionalizados y; por otra parte, la importancia estratégica de las ciudades medias en el nuevo proceso de desarrollo y ordenación del territorio.
Las ciudades al ser los nodos de las modernas redes internacionales de transporte y comunicaciones, actúan como centros de atención de la actividad económica regional, como proveedoras de servicios especializados, como centros de difusión de las innovaciones en su más amplio sentido y como centros de intercambio con el exterior.
Esta concentración de actividades, recursos y potencialidades estratégicas, así como también de las demandas mayoritarias, confieren a las ciudades la capacidad de actuar como “motores” de sus regiones, desempeñando un papel clave en la recepción y difusión de la información, las decisiones y las innovaciones. Luego, a través de sistemas de ciudades, las regiones se estructuran y se articulan al sistema internacional de regiones.
De manera consecuente, las organizaciones y los líderes locales, en particular el de las ciudades medias, desempeñan un papel cada vez mas importante en el proceso de desarrollo regional. Por un lado, como receptores y satisfactores de las demandas y presiones derivadas de las principales necesidades y expectativas insatisfechas de la población (como es la problemática del empleo y de la mejora de la calidad de vida), y por otro, como impulsores, estimuladores y catalizadores de la actuación competitiva y de la formación de una cultura más emprendedora. En la actualidad, los máximos responsables de la gestión local deben ser capaces de ejercer un liderazgo estratégico, de impulsar grandes proyectos movilizadotes (como atraer actividades innovadoras o establecer alianzas de cooperación para el desarrollo), y en todo caso, de promover la presencia internacional de las ciudades.”
Conocer la estructura institucional y la organización de los sistemas locales destacando los valores predominantes que condiciona la actuación de las organizaciones humanas y las capacidades que dichas estructuras posee para favorecer el propio cambio, permite el reconocimiento de las potencialidades de los diferentes sistemas locales que configuran un territorio, que al otorgarle un valor hace surgir las fuerzas locales latentes, permite transferir conocimientos, favorecer la interdependencia entre empresas y la sociedad civil, con el apoyo de las instituciones locales, creando cohesión social para asumir sus sistemas de organización y producción (Fabio, 2001).
Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales. Universidad de Los Andes.Mérida-Venezuela.
Introducción.
En la actualidad, para asumir el reto del Desarrollo Local, ante las nuevas tendencias de organización territorial, es necesario diseñar nuevas estrategias. Para todos los actores que participan en el Desarrollo Local es prioritario, no solo una transformación interna de los entes de gestión, sino la instrumentación de mecanismos de gestión más acorde a las nuevas exigencias y a las realidades locales.
Para ello, es necesario que se lleve adelante un proceso de desarrollo endógeno local, cuyo objetivo superior sea:
Mejorar los niveles de calidad de vida de la población y
Proporcionar un mejor aprovechamiento de los recursos naturales.
El propósito del desarrollo endógeno local es comprender la dinámica del municipio, de la ciudad y su entorno, las cuales son el marco de la vida de los ciudadanos que allí se localizan y es en estos, donde se da la interacción entre el proceso productivo y el sistema socio económico.
El diseño de nuevas estrategias requiere conocer a profundidad los problemas y limitantes que existen en las realidades de los territorios. Problemas vinculados a la implementación de los instrumentos sociales y territoriales de vinculación, cuya efectividad debe favorecer el Desarrollo Local.
Estrategia territorial local
La estrategia territorial local debe procurar un desarrollo armónico y sostenido, especialmente mediante el refuerzo de la cohesión económica y social. El desarrollo sostenible local no solo incluye el desarrollo económico respetuoso con el medio ambiente y que garantice recursos para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras, sino también contempla armonizar las exigencias sociales y económicas con las funciones ecológicas y culturales del territorio. En este sentido, el Desarrollo Local asocia tres objetivos políticos fundamentales:
Lograr la cohesión económica y social del territorio.
Conservar los recursos naturales y culturales del territorio
Crear un territorio competitivo
Estos tres objetivos los contempla teniendo en cuenta las nuevas tendencias del desarrollo de la economía y de las tecnologías, así como las tendencias generales de la evolución social y ambiental del territorio y, recurre a la colaboración de los diferentes niveles de gobierno y administración: local,regional,nacional y supranacional.
Tomando en cuenta los señalamientos anteriores, para fortalecer el desarrollo territorial local es necesario orientar esfuerzos en tres sentidos:
Consolidar un sistema urbano poli-céntrico integrado a los espacios rurales que permita minimizar el dualismo campo-ciudad.
Fomento de estrategias de transporte y comunicaciones que permitan la integración de todos los recursos, bienes y personas localizadas en el territorio, a fin de lograr una mayor cohesión económica y social y la consolidación del sistema poli-céntrico.
Desarrollo y protección de la naturaleza y del patrimonio cultural mediante una gestión eficaz y eficiente.
Alcanzar los niveles mínimos de equipamiento básico de infraestructura y servicios para satisfacer las necesidades básicas de la población.
Cohesión económica y social del territorio:
El conocimiento de las capacidades endógenas locales, permite orientar los cambios en la dirección adecuada a los intereses generales del sistema local, estadal, regional, nacional y supranacional, garantizando a la unidad territorial su inserción en la nueva dinámica de desarrollo, óptimo ordenamiento de su territorio, planificación urbana acorde a los requerimientos de los ciudadanos, mayor control ambiental y en una eficaz participación de la sociedad organizada. Para ello, es necesario contar con un proceso de consolidación democrático, descentralización efectiva y consolidación de la participación ciudadana, además de disponer del compromiso del Estado central para avanzar en esa dirección.
Conocer a fondo el medio físico o natural y del paisaje, el medio socio económico (patrimonio, estructura de la población y medio económico), el poblamiento, los sistemas de interrelación o movimiento y la estructura de la ciudad, desde una perspectiva global e integrada, permite conocer las potencialidades del territorio, que la diferencia del resto de ciudades, haciéndola mas competitivas y permitiéndole insertarse en la dinámica del desarrollo global.
Consolidar y fortalecer las instituciones y sus funciones con respecto al desarrollo del territorio.
Las deficiencias en el proceso de descentralización han ocasionado confusión en los poderes locales, así como dispersión y vacío entre los distintos niveles de gobierno y los organismos correspondientes. La falta de coordinación conduce a la utilización deficiente de los recursos y dificulta la integración de las acciones políticas que emanan del Gobierno. Los gobiernos estadales y municipales deben estar debidamente estructurados y su personal capacitado para adaptarse a las exigencias que impone el proceso de descentralización.
El fortalecimiento de las instituciones locales y regionales es punto importante para el ordenamiento territorial, ya que a través de estas instituciones es posible la construcción de redes de cooperación y colaboración entre los diferentes actores locales, la coordinación entre las diversas Administraciones Públicas, tratando de difundir información y buscar sinergia en las actuaciones territoriales y sectoriales.
Fomento y fortalecimiento de las redes sociales y productivas.
CENDES (2001) señala que la difusión de innovaciones, bien sea a través de las relaciones interpersonales o a través de filtraciones a lo largo de la jerárquica urbana, implica la existencia de flujos de personas, bienes, servicios, capitales e información. Consecuentemente, el sector transporte y comunicaciones junto con la red de centros urbanos juegan un papel fundamental en la cohesión económica y social de los espacios. En la Estrategia Territorial de la Unión Europea reconoce la existencia de espacios dinámicos que se conforman a lo largo de las vías que unen las aglomeraciones urbanas y estas con otros sitios emergentes, dando lugar a los llamados ejes de desarrollo (Caravaca, 1998).
El desarrollo de redes de transporte, de telecomunicaciones y de energía facilita el intercambio de bienes, servicios y la movilización de las personas. El desarrollo de programas de investigación y demostración que promuevan la colaboración entre empresas, centros de investigación, universidades y comunidades, creando y consolidando alianzas estratégicas, sinergias, difusión de información, intercambio de conocimientos, entre otros beneficios.
En los sistemas productivos locales, los procesos de industrialización endógena son motorizados a lo largo del tiempo por redes de PYMES especializadas (redes productivas). Incluyen una diversidad de situaciones en función “del carácter mas o menos tradicional de la industria en que los distintos ámbitos se encuentran especializados y del mayor o menor énfasis puesto en la innovación “(Caravaca, 1998: 18).
Regiones y ciudades: gestores de su propio desarrollo
El Desarrollo Local, en el contexto de la globalización, implica un desafío mayor, consistente en generar dinámicas tendientes a fortalecer a las ciudades como centros de prácticas productivas, políticas, culturales y sociales. Bajo ésta concepción, los gobiernos locales se convierten en gestores y promotores del desarrollo local.
Cotorruelo (2001:111-112) describe el papel fundamental que juegan las ciudades dentro del nuevo Enfoque del Desarrollo Local, de la manera siguiente:
“…el nuevo modelo regional y local se apoya en dos premisas: reconocimiento del papel fundamental que juegan las ciudades en el proceso competitivo que se lleva a cabo en los mercados internacionalizados y; por otra parte, la importancia estratégica de las ciudades medias en el nuevo proceso de desarrollo y ordenación del territorio.
Las ciudades al ser los nodos de las modernas redes internacionales de transporte y comunicaciones, actúan como centros de atención de la actividad económica regional, como proveedoras de servicios especializados, como centros de difusión de las innovaciones en su más amplio sentido y como centros de intercambio con el exterior.
Esta concentración de actividades, recursos y potencialidades estratégicas, así como también de las demandas mayoritarias, confieren a las ciudades la capacidad de actuar como “motores” de sus regiones, desempeñando un papel clave en la recepción y difusión de la información, las decisiones y las innovaciones. Luego, a través de sistemas de ciudades, las regiones se estructuran y se articulan al sistema internacional de regiones.
De manera consecuente, las organizaciones y los líderes locales, en particular el de las ciudades medias, desempeñan un papel cada vez mas importante en el proceso de desarrollo regional. Por un lado, como receptores y satisfactores de las demandas y presiones derivadas de las principales necesidades y expectativas insatisfechas de la población (como es la problemática del empleo y de la mejora de la calidad de vida), y por otro, como impulsores, estimuladores y catalizadores de la actuación competitiva y de la formación de una cultura más emprendedora. En la actualidad, los máximos responsables de la gestión local deben ser capaces de ejercer un liderazgo estratégico, de impulsar grandes proyectos movilizadotes (como atraer actividades innovadoras o establecer alianzas de cooperación para el desarrollo), y en todo caso, de promover la presencia internacional de las ciudades.”
Conocer la estructura institucional y la organización de los sistemas locales destacando los valores predominantes que condiciona la actuación de las organizaciones humanas y las capacidades que dichas estructuras posee para favorecer el propio cambio, permite el reconocimiento de las potencialidades de los diferentes sistemas locales que configuran un territorio, que al otorgarle un valor hace surgir las fuerzas locales latentes, permite transferir conocimientos, favorecer la interdependencia entre empresas y la sociedad civil, con el apoyo de las instituciones locales, creando cohesión social para asumir sus sistemas de organización y producción (Fabio, 2001).
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