DE UNA GESTION TERRITORIAL BASADA EN LA DIVISION POLITICA ADMINISTRATIVA A UNA GESTION REGIONAL Y FUNCIONAL

PhD. María Gabriela Camargo Mora

Universidad de Los Andes (ULA) - Venezuela

Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) - Ecuador

En la actualidad, en Latinoamérica la administración de los territorios se realiza a nivel de unidades político administrativa locales y no de unidades funcionales (regiones), como lo establece el nuevo enfoque de desarrollo territorial, concentrando las inversiones en territorios poco integrados espacialmente y poco competitivos. La región funcional es un:

La unidad político administrativa cantonal, con sus características o atributos territoriales, recibe los fondos para la inversión territorial, la cual tiende a concentrar el bienestar de la población en las cabeceras cantonales urbanas dejando sin oportunidades de desarrollo las áreas rurales. 

La falta de infraestructuras en red adecuadas y de servicios básicos en el cantón limita la integración espacial  y el desarrollo de las unidades administrativas, disminuyendo la calidad de vida de sus pobladores. Esto se registra en indicadores territoriales deficitarios que se resumen en altos niveles de pobreza.

La falta de oportunidades para satisfacer las necesidades básicas de la población conlleva a generar relaciones entre ciudades localizadas en el cantón con otras ciudades localizadas fuera del cantón, en áreas adyacentes, creando distorsión de las dinámicas locales y generando nuevas dinámicas socio económicas que van mas allá de los límites administrativos. 

En consecuencia, se genera una unidad funcional regional que se basa en relaciones y flujos en torno a otros sistemas productivos, ampliando la funcionalidad territorial y formando un nuevo espacio de desarrollo mas amplio y diversificado, a donde no se orienta la inversión territorial.

Se establecen relaciones y dinámicas funcionales en torno a sistemas productivos, generadores de nuevos flujos de bienes, servicios y personas y, en consecuencia empleos e ingresos. Estas nuevas relaciones funcionales demandan de recursos de inversión territorial para su consolidación.

Por tanto, la gestión y la inversión territorial debe considerar políticas orientadas a fortalecer las dinámicas funcionales a nivel regional y  minimizar la concentración de los recursos en unidades administrativas poco integradas espacialmente y con sistemas productivos empobrecidos. 

Para ello, es importante identificar la región funcional en torno al cantón mediante el análisis del grado de interacción para una mejor inversión territorial y para crear mayores oportunidades para satisfacer las necesidades de la población.

El grado de interacción entre las ciudades permite abordar el análisis de la funcionalidad de los territorios e identificar las regiones funcionales y sus potencialidades.